Érase una vez...
una maceta alargada donde puse 4 cactus que tenía hace unos años y que estaban fatal; encogidos, secos y con hongos. Me dio pena tirarlos y los llevé al balcón de mi vecino (su consentimiento previo, claro) mientras él estaba varios meses fuera. Seguí regándolos, no hice mucho...