Para florecer, las orquídeas echan mano del abono recibido el año anterior, no usan el que se les proporciona en este año. Si este año le proporcionas el abonado adecuado el año que viene te dará flores.
Cuando las compramos, si vienen sin flores, resulta complicado para ellas florecer pues las sacaron de su vivero, les suprimieron su chute diario de abonos y hormonas, y tuvieron que iniciar un proceso de adaptación: al medio de transporte, al almacén del distribuidor, a la tienda y por último a nuestra casa. Y en ese proceso gastan muchas reservas, por lo que lo de florecer les resulta algo complicado.
Proporciónale abono muy diluido los primeros meses para que se vaya recuperando. Luego ya la pasas a un abonado normal, el que tú acostumbres con tus plantas.