Primero, lo más importante es abordar las causas del problema. El trébol tiende a prosperar cuando falta riego o nitrógeno en el suelo. Por ello, comenzaremos aplicando un fertilizante de liberación lenta con un alto contenido de nitrógeno. Esto no solo debilitará el trébol, sino que también fortalecerá el césped, ayudándolo a competir de manera más efectiva.
En cuanto al riego, es clave mantener un nivel adecuado de humedad en el suelo, especialmente en esas áreas más afectadas. La idea es ayudar al césped a desarrollarse de manera uniforme, pero sin exceso, ya que el encharcamiento podría ser contraproducente.
Otra medida que podrias toamr es ajustar la altura del césped. Lo mantendremos un poco más alto, en torno a los 5-7 cm. Esto ayudará a sombrear al trébol, limitando su capacidad de crecimiento, y favorecerá un césped más denso y saludable.
Para esas áreas pequeñas donde el trébol está más concentrado, puedes retirar las plantas manualmente, asegurándonos de extraerlas con raíz. Si aún quedan restos resistentes, utiliza un herbicida selectivo diseñado para eliminar plantas de hoja ancha, como el trébol, sin dañar el césped. Aplicaremos el producto de manera localizada y en condiciones óptimas para maximizar su efectividad.
Finalmente, una vez que hayas eliminado el trébol, resembraremos las zonas afectadas con una mezcla de semillas de césped. Esto permitirá que las áreas despobladas se cubran de nuevo, completando el proceso de recuperación.