Los agricultores menorquines están impulsando la diversificación de cultivos, introduciendo especies que antes no se asociaban con la isla, como el aguacate y la fruta de la pasión. Esto responde a la necesidad de adaptarse a los cambios climáticos y a la falta de frío invernal, que dificulta el cultivo de frutas tradicionales. El sector busca no solo mantener la rentabilidad de sus tierras, sino también aprovechar el potencial de mercados emergentes.
Por otro lado, esta adaptación implica ciertos desafíos. Aunque las especies tropicales podrían ofrecer una alternativa económica, no todos los expertos están seguros de si estos cultivos podrán prosperar a largo plazo y si es lo mejor para la zona en cuanto a criterios ecológicos.
Uno de los aspectos que pone en duda el cultivo de aguacate en Menorca es su alta necesidad de agua, especialmente en un clima donde la disponibilidad de recursos hídricos puede ser limitada.
Si bien el aguacate es una opción económicamente atractiva, ¿realmente es sostenible cultivar aguacate en una isla con recursos hídricos restringidos?
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Por otro lado, esta adaptación implica ciertos desafíos. Aunque las especies tropicales podrían ofrecer una alternativa económica, no todos los expertos están seguros de si estos cultivos podrán prosperar a largo plazo y si es lo mejor para la zona en cuanto a criterios ecológicos.
Uno de los aspectos que pone en duda el cultivo de aguacate en Menorca es su alta necesidad de agua, especialmente en un clima donde la disponibilidad de recursos hídricos puede ser limitada.
Si bien el aguacate es una opción económicamente atractiva, ¿realmente es sostenible cultivar aguacate en una isla con recursos hídricos restringidos?
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