A mí se me da fatal pasar los esquejes que están en agua a la tierra porque también se me mueren, pero
@Rois me aconsejó que cuando lo hagamos, reguemos bien la tierra, ya que esas raíces están habituadas a la humedad y así no notarán tanto la diferencia de estar de un medio al otro.
No sé, no lo he probado, la verdad.
Mira, este chico lo hace en agua (y me parece buena idea lo de plantar en horizontal):
Entiendo lo que dices. A mí también me pasaba, principalmente con el aguacate, pero es un problema aplicable a prácticamente cualquier especie que se pueda enraizar o germinar en agua.
Te cuento como lo hago yo y que fundamento tiene.
Lo que hago es ir echando algún sustrato inorgánico o inerte de forma progresiva. (Arena, arcilla recocida...) Me parece necesario que sea de grano pequeño, más que nada para facilitar su cohesión en el agua.
Entonces, cada 15 días le añado un poco de arena o de arcilla recocida una vez que ya ha emitido raíces (también puedes hacerlo antes, pero de momento no lo he probado)
El proceso se va repitiendo hasta que llega al tallo y queda como cualquier planta que podamos encontrar en suelo o en maceta.
La idea viene tras muchos quebraderos de cabeza, semillas y esquejes fallidos. Preguntándome el motivo por el que muchos esquejes perecían al pasarlos a tierra pensé que quizá el problema estuviera en las raíces y en su delicadeza. Me explico...
Las raíces, son estructuras que están preparadas para el roce con los elementos del sustrato y su función es ir buscando el rastro de los nutrientes y el agua. Para lograr estos objetivos, deben ser muy dúctiles y resistentes. Tienen que serpentear entre los elementos que están en su camino hacia la supervivencia, por lo tanto son estructuras muy resistentes y preparadas para la tierra. Principalmente por haber estado siempre en ella. Está es la clave de todo.
Una raíz emitida en agua no debe soportar el roce o la abrasión por los elementos del sustrato, ha que no existe un sustrato como tal, no deben buscar agua, puesto que están en ella, no deben buscar nutrientes, puesto que el agua ya los contiene en mayor o menor medida (cuidado con esto, puesto que la cantidad de nutrientes es insuficiente a largo plazo o si se emplea agua embotellada o de mineralización débil) y crecen de forma libre, ya que no encuentran resistencia en su crecimiento. Todos estos factores crean raíces estructuralmente débiles en comparación con unas raíces que hayan sido emitidas en tierra.
Por lo tanto, si sacamos esas raíces del agua y las metemos en tierra, las obligamos a "hacerse fuertes" de golpe. Esto produce un estrés que con frecuencia acaba en un esqueje fallido.
El método que planteo elimina este estrés, ya que el sustrato se va depositando de forma libre al caer en el agua, no se compacta (de ahí la importancia de usar arena o arcilla recocida) y en esos intervalos de 15 días las raíces pueden ir introduciéndose poco a poco en el sustrato y fortaleciéndose. Cuando el recipiente está lleno tienes unas raíces prácticamente igual de resistentes que las emitidas en tierra.
Llegado ese momento, no hay que sacar las raíces y hacer un trasplante. Conviene dejar que la planta siga desarrollándose hasta que tengamos la total certeza de que tiene un sistema radicular que le permitirá anclarse y ser autosuficiente en un sustrato convencional.
Llegados a este punto puede que haya alguien que diga:
"Especies como los pothos, las tradescantias o los romeros se pueden enraizar en agua y no tengo problemas al pasarlos a tierra"
Pues esa persona tiene toda la razón del mundo, hay especies que por la morfología de sus raíces (las raíces de los pothos son más gruesas, por ejemplo) o por la resistencia de las especies (los romeros son especies rústicas y versátiles, al igual que las tradescantias), son muchos más aptas para realizar el trasplante de forma directa y sin adaptaciones. No obstante; siempre sería recomendable hacer la transición o adaptación. Al menos bajo mi punto de vista.
Espero que pueda servirte de ayuda mi experiencia y el procedimiento.
¡Un saludo!