Hola
Nic, lo de Oslo es muy curioso, resulta que su alcalde quería desincentivar el uso del coche privado que allí como en toda Noruega es casi todo eléctrico y no se le ocurrió otra cosa que subir el precio de las tarifas de los postes de recarga municipales. Y es que al parecer, han dado tanta facilidad a la compra de coches eléctricos, que la gente en las ciudades ya no coge el transporte público o la bici o lo hace muy poco,
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La cuestión es que ha tenido muchas críticas y protestas de la gente y el ayuntamiento se ha visto obligado a dar marcha atrás y rebajar los precios a unos niveles mas aceptables.
La electricidad es mucho mas barata de producir que la gasolina y aunque se produzca algún hecho de este tipo, no creo que prospere, en general.